Trabajadores independientes: características y claves
¿Sabías que tan solo en Workana, una plataforma de proyectos para freelancers, los trabajadores independientes de América Latina aumentaron un 42% durante la pandemia por COVID-19? El mundo freelance no es una novedad y sigue en crecimiento. Por eso, ya sea que quieras convertirte en un trabajador independiente o que quieras ampliar tu equipo de trabajo con freelancers, aquí te dejamos los aspectos más relevantes a tener en cuenta.
¿Quién es un trabajador independiente?
Un trabajador independiente es una persona que brinda sus servicios de forma profesional. Puede ser por cuenta propia o también, puede poseer una pequeña empresa por medio de la cual ofrece su trabajo a otras organizaciones y/o emprendedores. Puede tratarse de proyectos a corto, mediano o largo plazo.
Algunos de los típicos trabajos que se realizan bajo esta modalidad son: diseñador gráfico, gestión de redes sociales, creación de contenidos con técnicas SEO, desarrollador web o diseño web y asistente virtual, entre otros.
Estos pueden encontrarse por medio de plataformas como Upwork, Workana y Fiverr. Incluso, pueden ofrecer los servicios profesionales por LinkedIn. Los espacios de coworking son otra opción para hacer networking y encontrar nuevas oportunidades profesionales.
¿Cuál es la diferencia entre un trabajador independiente y un empleado?
Por un lado, en el caso de un empleado, este tiene una relación laboral con su empleador. En cambio, el trabajador independiente se caracteriza por contar con una amplia libertad (es su propio jefe). Además, tiene independencia sobre cómo manejar sus tiempos y las tareas implicadas en los proyectos. Aquí entra en juego el contrato de prestación de servicios.
Mientras que el trabajador dependiente debe responder a ciertas tareas y obligaciones por su empleador, y este último tiene mucho más control sobre las actividades y la forma de trabajar, no ocurre lo mismo con el freelancer. El estilo de vida es distinto y puede trabajar de forma remota e incluso viajar por el mundo sin responder a obligaciones por parte de un empleador.
Entonces, los empleados:
- Deben trabajar para un empleador.
- Forman parte de un equipo de trabajo con funciones específicas de un puesto laboral.
- Tienen control por parte de sus empleadores (ya sean personas naturales o jurídicas).
- Tienen un contrato de trabajo.
- Cuentan con un tiempo de dedicación diaria mayor.
- Reciben herramientas por la empresa, además de capacitación específica.
- Comparten el pago de impuestos con el empleador (retenciones del salario bruto), según el estatuto tributario.
- Reciben beneficios de la seguridad social (tienen protección social), seguro de salud y jubilación, producto de aportes al sistema general de seguridad social.
- Reciben protección por el sistema de riesgos laborales.
- Perciben un salario de manera regular o ingreso base de cotización (IBC), al menos el salario mínimo. Generalmente, es a mes vencido.
- En caso de despido, reciben una indemnización.
En cambio, los trabajadores independientes:
- Trabajan con uno o más clientes (empresas, instituciones, emprendedores).
- Tienen su propio horario de trabajo.
- Puede ser una persona jurídica o física (este último ofrece servicios de manera personal).
- Distribuyen la carga de trabajo según su propio criterio.
- Tienen herramientas de trabajo propias y deben cubrir los gastos de actualización de los mismos.
- Pagan impuestos (pago de los aportes que correspondan; no están obligados a pagar aportes parafiscales pero sí a una única ARL). Sin embargo, pueden afiliarse a una caja de compensación.
- Aportan al Sistema General de Riesgos Laborales.
- No tienen beneficios laborales.
- No tienen la supervisión de un jefe o gerente.
- Reciben el pago de honorarios (por hora o proyecto).
- No es un trabajo fijo (no hay contrato laboral sino un contrato de servicios).
- Puede afiliarse al EPS para tener un plan de salud.
¿Trabajador independiente y freelancer son sinónimos?
Sí, trabajador independiente y freelancer son sinónimos, al igual que ocurre con el trabajador autónomo. El término freelancer proviene del inglés. Freelance alude a la modalidad de trabajo libre; por lo tanto, freelancer es la persona que lleva adelante esta forma de trabajar.
¿Cuáles son los derechos de un freelancer?
Estos son algunos de los principales derechos de un freelancer:
- El contrato freelance es importante en este tipo de vínculo para dejar asentadas las obligaciones y responsabilidades de ambas partes, al mismo tiempo que permite tener mayor claridad sobre la estructura y formato de trabajo.
- El pago de los honorarios es otro derecho, por los servicios prestados a los clientes, de acuerdo a lo contemplado en el acuerdo (frecuencia y monto a percibir).
¿Cuáles son las responsabilidades fiscales de un trabajador independiente?
Los trabajadores independientes pagan sus propios impuestos y beneficios sociales. Esto significa que, en relación a la seguridad social, los freelancers deben pagar los aportes que correspondan sin importar el tipo de actividad que desarrollan y los niveles de ingresos mensuales percibidos.
Las retenciones incluyen:
- Impuestos sobre la renta y el trabajo realizado y las ganancias generadas.
- Pago del seguro de salud.
- Contribuciones para la jubilación.
Es importante estar al día con las responsabilidades implicadas para evitar la mayor cantidad de riesgos profesionales.
Ventajas y desventajas de los trabajadores independientes
Estas son las principales ventajas y desventajas de los trabajadores independientes, tanto desde el punto de vista del empleador como del propio trabajador:
1. Adaptación de la carga laboral
Los freelancers pueden adaptar la carga de trabajo por proyecto. A su vez, los horarios de trabajo también son muy flexibles. Pueden adecuar su jornada laboral de acuerdo a los requerimientos personales y los objetivos de los proyectos en los que participan.
2. Experimentación de distintas actividades y tipos de clientes
Los trabajadores independientes cuentan con la ventaja de poder ofrecer diversos servicios y formar parte de proyectos de clientes de diferentes rubros, actividad económica y sectores del mercado. Esto es perfecto para quienes buscan una visión más global de una determinada área de trabajo, ya sea muy general (como marketing digital) o más específica (por ejemplo, marketing de contenidos).
Eso sí, debe contar con la motivación propia de buscar nuevos proyectos de forma constante.
3. Conexión con otras personas
Otro punto a favor del trabajador independiente es que puede conocer a mucha gente nueva, por medio del famoso “boca a boca” con clientes y conocidos que lo refieren o participando de grupos de profesionales afines. El networking es vital para el crecimiento de todo freelancer.
4. Disciplina al máximo
Trabajar de manera independiente no es para todos. Así, ser un profesional independiente requiere de mucha organización y disciplina para cumplir con los plazos estipulados, manejar el propio tiempo y los objetivos de cada proyecto.
5. Gusto por la autocapacitación
La permanente capacitación en los cambios que ocurren a nivel tecnológico en el mundo prácticamente inciden en todas las áreas de trabajo. Estar al día con estos conocimientos es imprescindible para ofrecer servicios de calidad que estén en línea con lo que las empresas, organismos y emprendedores necesitan para crecer.
6. Orden financiero
A diferencia del empleado, el trabajador independiente no tiene un ingreso fijo por mes. Por lo tanto, el freelancer debe tener una buena organización financiera, sobre sus ingresos y egresos, a mediano y/o largo plazo. Aquí también se debe contemplar el pago de impuestos y armar una reserva de dinero para hacer frente a posibles gastos por caída de proyectos (“despido”).
Además, el trabajador independiente se proporciona a sí mismo las herramientas de trabajo y los equipos. Son costos que deben incluirse en el precio de los servicios al comienzo para no encontrarse con sorpresas a futuro.
7. Sin límite de ganancias
Otra ventaja de ser freelancer es que no hay límite de ganancias. El valor por el servicio prestado no está predeterminado. Aportar valor es importante.
8. Si no se trabaja, no se obtienen ingresos
Ser freelancer implica que solo se gana cuando se trabaja. En la mayoría de los casos, en los períodos de vacaciones o días libres, el trabajador independiente no percibe ingresos. Tampoco en el caso de enfermedad o situaciones excepcionales, como lo es el nacimiento de un hijo. Por lo tanto, se requiere de una excelente planificación financiera para hacer frente a estas situaciones.
¿Cómo cobra dinero un freelancer?
Dado que el trabajador independiente no recibe un salario, tiene que enviar facturas. La tasa y frecuencia de pago debe acordarse entre el freelancer y el cliente en cuestión, por medio de un contrato independiente (esto no siempre se utiliza pero es lo más recomendable, sobre todo al comienzo de la relación con un nuevo cliente).
Previo a la firma del acuerdo, se debe establecer si se cobrará por hora o por proyecto, además de la frecuencia de pago y el importe que corresponda.
Asimismo, los trabajadores independientes emiten facturas para recibir el pago de los servicios prestados. Pero, ¿qué es una factura? Se trata de un documento legal que los freelancers envían al cliente a través de un correo electrónico y cuenta con información como:
- Número de la factura.
- Nombre personal o comercial.
- Dirección física.
- Detalle de los servicios facturados.
- Período facturado.
- Fecha de pago.
- Forma de pago.
- Importe de los servicios prestados.
- Condiciones y método de pago.
¿Cómo una empresa puede contratar a un trabajador independiente internacional?
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Conocer cuál es la diferencia entre un trabajador independiente y un empleado es imprescindible para evitar problemas a nivel legal y efectuar las retenciones que correspondan (en cuanto a impuestos y fijación de condiciones de trabajo). No es lo mismo pagar el salario (ya sea el salario mínimo legal mensual o uno superior) que honorarios, por ejemplo.
Pero eso no es todo. La correcta clasificación de contratos es relevante para no incurrir en problemas legales que puedan generar sanciones económicas o incluso penas de cárcel.
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