Este año ha sido bastante agitado para el Bitcoin, ya que la criptodivisa entra en el mercado principal a mayor escala.
El Bitcoin (abreviado como 'BTC') alcanzó su máximo histórico en abril de 2021, superando los 60.000 dólares. Además, la moneda digital ha atraído el interés de importantes actores del mercado, como Tesla, Microsoft, Home Depot, PayPal y Xbox, que han anunciado sus planes de aceptar Bitcoin como medio de pago estándar para sus productos y servicios.
Aunque las opiniones siguen divididas sobre si el Bitcoin se ganará el estatus de moneda normal a largo plazo, en esta entrada analizamos las monedas digitales desde la perspectiva del pago global, examinamos el panorama normativo actual y analizamos los cambios que los pagos globales debe resolver antes de que la billetera de Bitcoin sustituya a las cuentas bancarias.
¿Qué es el cripto-pago?
Es el uso de criptomonedas como medio de pago a los trabajadores.
Existe un interés por parte de los trabajadores en cobrar en Bitcoin, ya que tanto los empleados como los freelancers esperan obtener ganancias del Bitcoin en el futuro.
Además, el Bitcoin es fácil de intercambiar. La gente los puede enviar fácilmente a través de su dirección de Bitcoin, al tiempo que todas estas transacciones son permanentes, rastreables y se almacenan en la red de Bitcoin. Esto lo convierte en una forma popular y rápida de recibir pagos. Mientras tanto, a medida que las marcas comerciales domésticas lo adoptan, los empleadores se ven tentados a ofrecerlo como parte atractiva de un paquete de bonificaciones.
Pero a pesar de su creciente popularidad como medio de pago, las criptomonedas están llenas de volatilidad. Solo el Bitcoin ha experimentado subidas y bajadas masivas en tan solo unos meses. Cuando el CEO de Tesla y multimillonario, Elon Musk, apoyó públicamente el Bitcoin y reveló que había hablado con los mineros de Bitcoin de Norteamérica, para luego apoyar el Dogecoin, el precio de las criptodivisas se disparó en menos de un día. Esta volatilidad dificulta que el Bitcoin se convierta en una base fiable para los salarios y otros beneficios complementarios.
Además, las criptodivisas se asocian a menudo con actividades ilícitas, como el lavado de dinero o el tráfico de drogas. Por ello, las empresas son reacias a involucrarse en la intrincada red de Bitcoin y a arriesgarse a recibir fuertes multas reglamentarias, corriendo así un enorme riesgo para su reputación.
Por último, la naturaleza fluida de las criptodivisas, así como los diversos tratamientos y la terminología utilizada para describirlas, dificultan la realización de transacciones transfronterizas. También es difícil vincularlos a los flujos monetarios legales existentes.
Por ejemplo, el Bitcoin y otros tokens basados en blockchain se denominan "moneda digital", "mercancía virtual", "token de pago", "cibermoneda" o "activo virtual". Este diferente tratamiento en los distintos países indica un trato diferente en las leyes fiscales, de cumplimiento y laborales.
Visión general de las billeteras
Puede que Bitcoin sea la criptodivisa más popular, pero no es la única que los empleados encontrarían atractiva si formara parte de su paquete de ingresos.
Ya existen más de 5.000 monedas digitales, cuyo valor oscila entre varias decenas de miles de dólares, e incluye nombres bien establecidos como Ethereum (ETH), Bitcoin Cash y Litecoin, hasta criptomonedas más oscuras, que actualmente no valen casi nada, pero que podrían repetir el éxito de las monedas digitales más prominentes.
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¿Es legal el pagar con criptomonedas?
El mayor reto con las criptodivisas desde la perspectiva de los pagos es que no hay una respuesta de sí o no a la cuestión de la legalidad de las criptodivisas, Bitcoin incluido. Ningún banco central del mundo ha aprobado las criptodivisas como medio de pago establecido, lo que dificulta que los departamentos de nóminas confíen en el Bitcoin como método de pago a la par que las monedas tradicionales o fiduciarias.
Por el momento, las criptomonedas no están reguladas en gran medida en todo el mundo, a excepción de varios países, como China, Rusia, Vietnam, Bolivia, Ecuador y Colombia, donde el comercio o la minería de Bitcoin se consideran ilegales.
Por otro lado, EE.UU., la UE, Canadá y Australia han adoptado una visión generalmente positiva de los intercambios de Bitcoin, pero ningún país sigue considerando el Bitcoin como dinero. Y el año pasado, Nigeria cobró protagonismo, ya que superó a todas las demás naciones, salvo EE.UU. y Rusia, en el comercio de Bitcoins.
Normativa sobre criptomonedas: ¿cómo se regula el Bitcoin?
El Bitcoin, al igual que la mayoría de las criptodivisas menos destacadas, todavía no se considera dinero real, lo que no hace sino agravar el problema de su uso para pagar con criptomonedas a los trabajadores.
Incluso en los entornos regulatorios más amigables con las criptomonedas, como los Estados Unidos, el Bitcoin es tratado como un "negocio de servicios monetarios", lo que significa que cae bajo regulaciones más estrictas, y se grava de manera diferente en comparación con las monedas tradicionales. Además, el IRS considera el Bitcoin como una propiedad a efectos fiscales.
Mientras tanto, en la UE, el Bitcoin está exento del IVA en virtud de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que lo considera "una prestación de servicios". Dentro de la UE, en países como Alemania, el Bitcoin tiene un estatus legal, pero se grava de forma diferente en el caso de los mineros de Bitcoin, los usuarios finales, los intercambios o las empresas.
Hablando de tratamiento fiscal, un estudio comparativo realizado por la Dirección de Investigación Legal Global de la Biblioteca del Congreso, encuestó a 130 países para definir una postura global de los gobiernos y los bancos centrales sobre la minería de bitcoin y los pagos de bitcoin e identificó tratamientos bastante divergentes.
Por ejemplo, en Israel, el Bitcoin se grava como un activo, mientras que en Suiza se trata como una moneda extranjera. Al mismo tiempo, Argentina y España lo tratan como impuesto sobre la renta, Dinamarca también lo trata como impuesto sobre la renta y las pérdidas son deducibles. En el Reino Unido, en cambio, las sociedades pagan el impuesto de sociedades, las empresas no constituidas en sociedad pagan el impuesto sobre la renta y las personas físicas pagan el impuesto sobre las plusvalías.
Este tratamiento fiscal disonante muestra la dificultad de ofrecer pagos en Bitcoin a los trabajadores. Al no existir una alineación entre las legislaciones nacionales, los equipos de recursos humanos podrían enfrentarse a grandes dificultades a la hora de entender cuál de estas normativas debe seguirse a la hora de pagar con criptomonedas a los trabajadores.
¿Cómo cobrar y pagar con criptomonedas?
Aunque el Bitcoin todavía no se utiliza para los pagos en una escala significativa, ha habido casos de trabjadores que aceptan el Bitcoin como su moneda de ingreso. Ya en 2020, el jugador de la NFL Russell Okung, de los Carolina Panthers, recibió parte de su salario en la moneda digital, y algunos otros clubes deportivos también anunciaron la opción de ofrecer el cripto como medio de pago.
El atractivo reside en la recepción casi instantánea de los fondos, la ausencia de gastos generales y los servicios de terceros. Se trata de una interacción individual entre el empleador y el empleado, en la que ambas partes solo tienen que asegurar sus billeteras de Bitcoin antes de recibir el pago.
En cuanto al pago a trabajadores individuales, la facturación en Bitcoin también se está convirtiendo en una realidad. Hay una serie de servicios que permiten crear facturas estandarizadas que pueden ser generadas y enviadas automáticamente, lo que acelera todo el proceso de pago.
Resolviendo los retos de los pagos en criptodivisas
Pero como la comunidad de criptomonedas apuesta por que el Bitcoin suba de valor a largo plazo, los pagos globales tendría una cantidad de trabajo potencialmente importante si su valor cayera en picada, lo que probablemente llevaría a trabajadores descontentos en busca de una compensación adicional.
Al fin y al cabo, como el Bitcoin viene acompañado de una mayor sensación de volatilidad, la cuestión es cómo deben responder los equipos de recursos humanos a los cambios en el precio del Bitcoin, sea cual sea su dirección. Aunque existen cajeros automáticos de Bitcoin y plataformas online, como Coinbase o Bitwage, para comprar y vender cripto, todavía es difícil, a escala global, vincularlo con los pagos tradicionales.
Dado que la pagos en criptomonedas es un trabajo pionero, hay pocos casos puntuales en los que inspirarse, pero las empresas tendrían que construir un amplio marco para abordar la naturaleza fluida de las criptomonedas, trabajando ampliamente con los departamentos legales y de compliance, obteniendo aportes de la comunidad de criptomonedas y permitiendo a los trabajadores opinar sobre cómo deben regularse sus pagos vinculados a las criptomonedas.
Aunque esto supone una carga adicional para los pagos, aumenta el atractivo de las perspectivas de contratación de una empresa y permite a las empresas obtener los mejores talentos en todo el mundo.
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