45 acciones para construir un ambiente laboral saludable

Un lugar de trabajo saludable es vital para el bienestar, la productividad y el éxito general de los empleados. Un entorno laboral caracterizado por una comunicación abierta, trabajo en equipo e iniciativas centradas en la salud mental puede impactar significativamente en la satisfacción laboral, la retención de talento y, por ende, en los resultados de la empresa.

Sin embargo, generar cambios a nivel organizacional no siempre es fácil o rápido, y la implementación de la renovación cultural puede ser un desafío. Esto significa que los colaboradores a menudo se quedan con la esperanza de un mejor ambiente laboral mientras nada a su alrededor parece cambiar.

Recopilamos una lista de cosas que puedes empezar a hacer para ayudar a mejorar tu forma de trabajar y tu satisfacción. Identifica las que mejor se adapten a tus necesidades y a tu situación laboral y pruébalos. Empieza a construir un mejor lugar de trabajo hoy.

Promueve la comunicación abierta

Promover la comunicación abierta para garantizar que los miembros del equipo y los colaboradores se sientan escuchados y valorados. La toma de decisiones transparente y los controles periódicos crean una cultura laboral saludable, que es vital para la satisfacción laboral.

Pon en práctica estos consejos para garantizar que la comunicación abierta sea el centro de tus relaciones laborales:

• Escucha activa: presta toda tu atención cuando otros hablan, asintiendo y parafraseando para confirmar tu comprensión al participar en conversaciones.
• Comunicación clara por email: escribe e-mails claros y concisos, especificando el propósito del mensaje y un llamado a la acción si es necesario. Evita la jerga y las siglas para evitar confusiones.

• Cultura de retroalimentación: fomenta la retroalimentación entre colegas y por parte de los jefes. Toma los comentarios recibidos de manera positiva y úsalo como una oportunidad de crecimiento y mejora. No dudes en dar feedback cuando sea necesario.

• Documenta las decisiones: documenta bien tus acciones y tu trabajo, y compártelo con el equipo. Esto garantiza que todos estén en sintonía y reduce los malentendidos.

• Practica la empatía: empatizar con las perspectivas y emociones de tus compañeros. Comprender su punto de vista fomenta una comunicación abierta y honesta.

Prioriza la concientización sobre la salud mental

Abordar los problemas de salud mental reduce el ausentismo y el burnout, creando así un ambiente laboral sano y una cultura de apoyo. Si bien este puede ser un tema delicado, existen acciones que puedes tomar y promover para garantizar que tu entorno de trabajo sea un lugar seguro para hablar sobre salud mental y para fomentar comportamientos positivos.

• Toma descansos: haz pausas cortas durante el día para relajarte, estirarte o practicar la respiración profunda. Los descansos mejoran la concentración, reducen el estrés y mejoran el bienestar general. Anima a las personas con las que trabajas a hacerlo también.
• Normaliza las conversaciones sobre salud mental: fomenta el diálogo abierto para reducir el estigma que rodea a la salud mental. Comparte noticias, iniciativas y campañas de concientización en lugar de presionar a las personas a discutir temas delicados.
• Adopta prácticas de atención plena: introduce prácticas de atención plena, como meditación o ejercicios de respiración, durante las horas de trabajo. Dar ejemplo puede ser de gran ayuda, así que empieza a dedicar algo de tiempo a la atención plena y otros te seguirán.
• Reconoce los logros: reconoce los logros y los hitos de tus compañeros de trabajo. El reconocimiento motiva, eleva la moral, aumenta la autoestima e impacta positivamente el bienestar mental.

• Promueve el equilibrio entre el trabajo y la vida personal: anima a tus compañeros de trabajo a establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal. Desaprueba el uso del e-mail fuera del horario laboral y los momentos de crisis excesivos. Como ya mencionamos, un buen ejemplo es contagioso, así que establece tus propios límites y anima a otros a que también lo hagan.

Defiende los espacios de trabajo ergonómicos

Los espacios de trabajo ergonómicos crean un entorno cómodo y promueven un estilo de vida saludable incluso en un entorno laboral ajetreado. ¿Recuerdas el episodio de The Office en el que los empleados necesitaban sillas nuevas? La comodidad y los hábitos saludables afectan profundamente la calidad del trabajo y el ambiente laboral en general, así que no los subestimes.

• Silla y escritorio adecuados: asegúrate de que puedas ajustar la altura de la silla y del escritorio , y el nivel del monitor para mantener una postura cómoda. Sí, esto también se aplica a tu espacio de oficina en casa.
• Utiliza accesorios ergonómicos: considera la posibilidad de usar accesorios ergonómicos, como una bandeja para el teclado, una alfombrillas para el mouse con almohadilla para la muñeca y un soportes para el monitor. Estos elementos ayudan a mantener una posición natural de la mano y la muñeca.
• Haz microdescansos para proteger tus ojos: adopta la regla 20-20-20: cada 20 minutos, tómate un descanso de 20 segundos y mira algo a 20 pies de distancia. Esto reduce la fatiga visual y previene las molestias.

Come sano y mantente activo

Adopta (y promueve) hábitos alimenticios saludables y actividad física tanto en el lugar de trabajo como a distancia. Esto puede ayudarte a ti y a los miembros de tu equipo a mantenerse con energía y concentrados.

• Consume snacks nutritivos: las frutas, las nueces, el yogur y las barras de granola son excelentes alternativas a la comida chatarra y los dulces. Asegúrate de que tu despensa esté bien abastecida o pide al departamento encargado que ofrezcan refrigerios saludables en tu oficina.
• Manténte hidratado: aunque quieras pensar que sí, el café no te alimenta y no necesariamente te da energía. Asegúrate de tomar mucha agua durante todo el día e invita a tus compañeros de trabajo a que lo hagan también.
• Fomenta las opciones de catering saludables: cuando pidas comida para reuniones o eventos, opta por opciones de catering nutritivas como ensaladas, proteínas asadas y platos integrales en lugar de alimentos fritos o azucarados si eres tú quien toma estas decisiones. De lo contrario, asegúrate de que te escuchen y pide que tengan opciones saludables.
• Promueve las reuniones a pie: fomenta las reuniones a pie para debates individuales o interacciones en grupos pequeños. Caminar no sólo promueve la actividad física sino que también estimula la creatividad y la resolución de problemas.
• Crea desafíos de acondicionamiento físico: organiza desafíos de acondicionamiento físico en el lugar de trabajo, como retos de pasos o competencias de ejercicios. Usa apps de fitness o relojes inteligentes para hacer un seguimiento del progreso y ofrece pequeños incentivos por participar.
• Toma descansos para estirar: anima a los empleados a tomar descansos breves para estirarse durante la jornada laboral. Incluso puedes reservar una sala de reuniones por unos minutos y que tu equipo se una a ti.
• Incorpora prácticas de yoga o pilates en la oficina: organiza sesiones semanales de yoga o pilates dentro de la oficina. Estas actividades mejoran la flexibilidad, el equilibrio y el bienestar mental.

Fomenta el trabajo en equipo y la colaboración

Promueve el trabajo en equipo y la colaboración organizando actividades de team building, tanto virtuales como presenciales. Esto mejora la productividad de los empleados y crea una cultura de trabajo positiva.

• Promueve el intercambio de ideas: comparte tus ideas abiertamente y fomenta una cultura en la que los miembros del equipo puedan aportar y dar sugerencias. Reconoce y discute estas ideas para promover la innovación.
• Oportunidades de capacitación cruzada: la capacitación cruzada promueve una mejor comprensión de la dinámica del equipo y fomenta la colaboración. Pide hacer shadowing a compañeros de trabajo de los que te gustaría aprender más, pregunta sobre programas de mentoría y ofrece tu experiencia para ayudar a capacitar a otros.
• Fomenta el reconocimiento entre pares: forma parte de una cultura de reconocimiento donde los miembros del equipo aprecian los esfuerzos de los demás. Esta práctica positiva aumenta la motivación y fortalece las relaciones entre compañeros. Reconoce los logros de las personas en los canales públicos para ayudar a crear esta dinámica a nivel empresa.
• Actividades de team building: organiza actividades de team building fuera de la oficina, como eventos de voluntariado o salidas recreativas. Estas actividades fomentan el compañerismo y mejoran el trabajo en equipo. Si no estás a cargo de organizar actividades como estas, asegúrate de preguntar por ellas frecuentemente.
• Celebra las pequeñas victorias: reconoce y celebra los logros y los hitos del equipo. Destaca los esfuerzos colectivos para lograr objetivos, aumentando la moral y la motivación del equipo.
• Ayuda a establecer normas de equipo: ayuda a desarrollar pautas claras para la dinámica de equipo, describiendo las expectativas de comunicación, la etiqueta de las reuniones y los flujos de trabajo. Las normas coherentes crean un entorno de equipo uniforme y tú puedes contribuir a darle forma.
  
  

Gestiona la carga de trabajo de forma eficaz

Evita el burnout monitoreando la carga de trabajo y garantizando expectativas realistas. La gestión proactiva de esto contribuye a un ambiente laboral más saludable y a una tasa más alta de retención del talento.

• Prioriza las tareas: empieza el día enumerando las tareas en orden de prioridad. Concéntrate primero en los elementos de alta prioridad para garantizar que las tareas esenciales se completen de manera eficiente.
• Divide las tareas en varios pasos: secciona las tareas grandes en pequeños bloques de trabajo que sean más manejables. Este enfoque hace que las tareas sean menos abrumadoras y permite un progreso constante.
• Establece plazos realistas: ponte fechas de entrega para tareas y proyectos que realmente puedas cumplir. Evita comprometerte demasiado y asegúrate de que los plazos se ajusten a la complejidad de las tareas.
• Limita el multitasking: concéntrate en una tarea a la vez para mejorar la concentración y la eficiencia. El multitasking puede provocar errores y una menor productividad.
• Establece tareas rutinarias: ponte horarios específicos para las tareas rutinarias, como revisar e-mails o devolver llamadas. Tener franjas horarias designadas evita las interrupciones constantes.
• Bloquea tu tiempo: asigna bloques de tiempo específicos para diferentes tareas o categorías de trabajo. El bloqueo del tiempo mejora la concentración y garantiza una atención dedicada a cada tarea.
• Minimiza las interrupciones: evita al máximo las interrupciones durante los períodos de trabajo profundo. Usa la función de "no molestar", cierra aplicaciones innecesarias e informa a tus colegas que no estarás disponible.
• Revisa periódicamente el progreso: programa breves sesiones de revisión del progreso a lo largo del día. Reflexiona sobre las tareas completadas, ajusta las prioridades si es necesario y planifica los pasos a seguir.
• Utiliza checklists para las tareas pendientes: mantén siempre a la mano una lista con tus tareas pendientes para hacer un seguimiento. Actualízala periódicamente y tacha las que hayas completado, así tendrás una sensación visual de tus pequeños logros y responsabilidades cumplidas.
• Implementa la técnica Pomodoro: trabaja en intervalos concentrados, generalmente de 25 minutos, seguidos de un breve descanso. Esta técnica mejora la productividad y previene el burnout.
• Comparte tu enfoque de trabajo: asegúrate de convertirte en un defensor de las herramientas y métodos que te ayudarán a trabajar mejor. Comparte tu experiencia para que todos puedan beneficiarse de tus consejos.

Promueve una toma de decisiones saludable

Practica una toma de decisiones sana y anima a tus compañeros de trabajo a que también lo hagan, tanto en el trabajo como en su vida personal. Los recursos y métodos para la reducción del estrés, la gestión del tiempo y el equilibrio entre la vida personal y laboral permiten a las personas tomar decisiones asertivas.

• Haz una pausa y reflexiona: tómate un momento para hacer una pausa antes de tomar decisiones. Reflexiona sobre las opciones, los resultados potenciales y las implicaciones a largo plazo, así podrás evitar las elecciones impulsivas.
• Reúne información: toma decisiones informadas recopilando información relevante. Consulta fuentes confiables, busca asesoramiento de expertos y considera varias perspectivas antes de tomar una decisión.
• Ten en cuenta las consecuencias: evalúa las posibles consecuencias de tus decisiones. Piensa en cómo cada opción puede afectar tu trabajo, a tus colegas y el entorno laboral en general.
• Adopta la flexibilidad: procura estar abierto a adaptar tus decisiones en función de nueva información o circunstancias cambiantes. La flexibilidad permite una toma de decisiones ágil en entornos de trabajo dinámicos.
• Equilibra la emoción y la lógica: equilibra la intuición emocional con el razonamiento lógico. Reconoce tus sentimientos pero esfuérzate por tomar decisiones basadas en un análisis racional y una evaluación objetiva.
• Considera el impacto a largo plazo: evalúa cómo tus decisiones se alinean con los objetivos y valores a largo plazo. Considera la sostenibilidad y los aspectos éticos de tus elecciones.
• Revisa los resultados de decisiones pasadas: reflexiona y aprende de las buenas y malas elecciones que hayas tomado en el pasado para perfeccionar tu proceso de toma de decisiones.
• Delega cuando corresponda: no dudes en delegar decisiones cuando sea necesario. Confía en la experiencia y el criterio de tus compañeros y capacítalos para tomar decisiones dentro de sus áreas de responsabilidad.

Existen muchas acciones diferentes que pueden contribuir a la salud en el lugar de trabajo. Si bien algunas pueden requerir un compromiso más profundo por parte de la empresa en su conjunto, como programas de bienestar de los empleados o beneficios relacionados con la atención médica, otros simplemente requieren que tomes la iniciativa y pueden llevarse a cabo a nivel individual, como asegurarte de tener suficiente exposición a la luz natural o tener canales de comunicación abiertos y positivos.

Empieza poco a poco, inicia con pequeños cambios que dependan de ti y conviértete en un defensor para impulsar iniciativas más grandes que no están bajo tu control.

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