Artículo
7 min read
Cómo el trabajo global impulsa la competitividad de México
RRHH & gestión de personal

Autor
Equipo Deel
Última actualización
06 noviembre, 2025

Table of Contents
La nueva era de la competitividad: cómo el trabajo global redefine las fronteras nacionales
El poder del empleo global democratizado: cómo el trabajo internacional transforma el mercado laboral mexicano en 2025
El camino hacia una fuerza laboral competitiva global: políticas clave para fortalecer el trabajo internacional en México
Sobre la autora
Michelle Cascardo es la Gerente de Desarrollo de Negocios para América Latina de habla hispana en Deel. Con más de una década de experiencia en ventas y marketing, en empresas multinacionales y start-ups, ha trabajado en Brasil, Chile, Perú, Colombia y Argentina. Cree profundamente en el trabajo remoto y en cómo la contratación internacional beneficia a las empresas, los países y las personas.
Para los países que buscan una ventaja competitiva en 2025, comprender y adoptar la democratización del empleo ya no es opcional. Gracias al rápido avance tecnológico, los cambios demográficos y los mercados internacionales dinámicos, los indicadores tradicionales de competitividad nacional están siendo objeto de una reevaluación profunda. Aunque factores como la infraestructura, la estabilidad gubernamental y el desempeño económico siguen siendo cruciales, ha surgido un nuevo y poderoso motor: la capacidad de una nación para integrar sin problemas a su fuerza laboral en el conjunto internacional de talento.
Considera el panorama reciente. En 2022, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) destacó el desafío persistente de México en su Índice de Competitividad Internacional, ubicándolo entre los países con menor competitividad. Mientras que la categoría de “Economía” de México enfrentó obstáculos por la inflación y una disminución en la libertad económica, la pregunta de fondo persiste: ¿hasta qué punto esto está intrínsecamente ligado a la creación de empleo y, más críticamente, al acceso a los mercados laborales internacionales?
Tradicionalmente, la ley empírica de Okun sugería una correlación sencilla: un crecimiento económico sólido conduce a una menor tasa de desempleo. Sin embargo, el mundo pospandemia ha revelado excepciones matizadas, como España en 2021, donde el crecimiento del empleo superó sorprendentemente al PIB, demostrando que la dinámica laboral puede trazar su propio camino hacia la mejora económica. Avanzando a 2023, incluso cuando México celebraba sus mejores cifras de creación de empleo desde 1998, las proyecciones de instituciones como BBVA advertían que las dinámicas económicas podrían moderar el crecimiento laboral futuro. Esta tensión continua subraya una idea clave: la competitividad de una nación no se trata solo del número de empleos creados localmente, sino de la calidad, la oportunidad y la conectividad internacional de esos empleos.
La nueva era de la competitividad: cómo el trabajo global redefine las fronteras nacionales
Durante décadas, la competitividad nacional se medía principalmente por las fortalezas internas. Hoy, la revolución digital y la normalización del trabajo remoto e híbrido han derribado esas limitaciones geográficas, redefiniendo dónde y cómo se crea el valor. Estamos presenciando un cambio fundamental del “brain drain” (fuga de cerebros) al “brain gain” (ganancia de cerebros), o más precisamente, a la “circulación de cerebros”. Las personas talentosas en economías emergentes ya no están obligadas a emigrar para acceder a mejores oportunidades; ahora pueden hacerlo desde sus países de origen, canalizando ingresos, conocimiento y habilidades de regreso a sus economías locales.
Este fenómeno añade una dimensión crucial a la competitividad nacional. La fortaleza de un país se determina cada vez más por:
- Acceso al talento internacional: su capacidad para permitir que sus ciudadanos participen en el mercado laboral internacional, atrayendo salarios y habilidades del extranjero.
- Agilidad de habilidades y adaptación al futuro: la rapidez con la que su fuerza laboral puede adaptarse a nuevas demandas, especialmente con la adopción acelerada de la IA y la automatización. El informe “Future of Jobs Report 2025” del Foro Económico Mundial predice que el 50% de todos los empleados necesitarán recapacitación para 2025, con brechas críticas en áreas como desarrollo de IA, análisis de datos y ciberseguridad. Las naciones que fomenten este aprendizaje y su aplicación internacional prosperarán.
- Capacidad de respuesta regulatoria: la adaptabilidad de sus marcos legales y financieros para apoyar el trabajo remoto internacional, los pagos transfronterizos y las prácticas de contratación internacional con cumplimiento legal.
El poder del empleo global democratizado: cómo el trabajo internacional transforma el mercado laboral mexicano en 2025
Impacto económico del trabajo internacional en los profesionales mexicanos
Actualicemos el contexto mexicano con una mirada al 2025. En el Ranking de Competitividad IMD 2025, México subió ligeramente del puesto 56 al 55 a nivel mundial, con el empleo señalado como una fortaleza destacada, aunque persisten debilidades en infraestructura digital, sistemas educativos y preparación empresarial. Sin embargo, las previsiones económicas apuntan a tiempos más difíciles: la OCDE advierte de un crecimiento del PIB moderado, influenciado por tensiones en el comercio internacional y la incertidumbre en las políticas internas, y BBVA proyecta un cambio de –0.1% en la creación de empleo formal para finales de 2025.
Cómo el acceso al empleo remoto eleva los ingresos y retiene talento
Aquí es donde el empleo internacional democratizado se vuelve vital. Según el Informe de Compensación LATAM 2025 de Awana, la contratación tecnológica remota desde América Latina sigue siendo aproximadamente 41% más económica que en EEUU, pero aun así ofrece pagos competitivos, especialmente en roles de IA, datos y full-stack. Mientras tanto, RemotelyTalents sitúa los salarios de ingenieros remotos en Latinoamérica entre 26 000 y 72 500 USD al año, ofreciendo mejoras sustanciales respecto a los salarios locales típicos.
La conexión entre innovación, resiliencia y competitividad global
Validando aún más esta tendencia, un artículo del Financial Times sobre empresas de subcontratación latinoamericanas señala que el 80% de los trabajadores independientes de software ganan entre 30 000 y 80 000 USD anuales, colocándolos entre el 5% superior de ingresos en sus países. Estas oportunidades de ingreso internacional, disponibles sin salir de México, están redirigiendo a los trabajadores calificados lejos de las rutas migratorias tradicionales, empoderando financieramente a las personas y generando beneficios económicos más amplios:
- Mejora económica individual: los ingresos más altos impulsan el consumo, el ahorro y la inversión local, ampliando la base fiscal.
- Retención de talento y “ganancia de cerebros”: con empleos internacionales remotos, los profesionales calificados permanecen en México, trayendo conocimientos internacionales a las empresas locales y fomentando el emprendimiento, la innovación y la acumulación de capital humano.
- Difusión de innovación: la exposición diaria a procesos internacionales, herramientas avanzadas y equipos distribuidos difunde nuevas prácticas en todo el ecosistema tecnológico mexicano.
- Resiliencia económica: diversificar las fuentes de empleo protege contra las fluctuaciones del mercado interno. Un segmento de la fuerza laboral que gana en moneda extranjera inyecta estabilidad en medio de perspectivas de crecimiento delicadas.

El camino hacia una fuerza laboral competitiva global: políticas clave para fortalecer el trabajo internacional en México
Para países como México, y en realidad para cualquier nación que aspire a mejorar su competitividad en 2025 y más allá, adoptar los principios del empleo internacional es esencial. Esto requiere más que soluciones tecnológicas: exige marcos normativos de apoyo:
- Invertir en infraestructura digital: el acceso confiable a Internet de alta velocidad es la base del trabajo internacional remoto. Los gobiernos deben priorizar la expansión de la conectividad, especialmente en las regiones desatendidas.
- Fomentar el desarrollo de habilidades digitales: los sistemas educativos deben adaptarse rápidamente, enfocándose en la alfabetización digital, la fluidez en IA, el análisis de datos y otras habilidades internacionales en alta demanda. Esto incluye promover iniciativas de aprendizaje continuo para mejorar las capacidades de la fuerza laboral existente.
- Simplificar las regulaciones transfronterizas: los responsables de políticas deberían explorar opciones como programas para nómadas digitales, incentivos fiscales para ingresos extranjeros repatriados y procesos simplificados para que las empresas extranjeras contraten talento local.
- Promover oportunidades de trabajo internacional: los gobiernos pueden colaborar con plataformas como Deel para aumentar la conciencia entre sus ciudadanos sobre el vasto mercado laboral internacional y ofrecer recursos para navegar el empleo internacional.
En conclusión, el panorama competitivo de 2025 está definido por la eficacia con que los países se integren en el ecosistema internacional de talento. El empleo ya no está limitado por las fronteras nacionales; es una fuerza fluida y dinámica capaz de impulsar la prosperidad individual y, por extensión, la fortaleza económica nacional. Al promover la democratización del empleo y aprovechar plataformas innovadoras como Deel, las naciones pueden transformar su fuerza laboral en un poderoso motor de competitividad internacional, desbloqueando oportunidades sin precedentes de crecimiento y resiliencia en los próximos años.
















